Floración de los deseos
De la vida, este fluir
de cósmica fuerza urgente,
ágil te lleva a amar
aún contra la corriente.
A que se abran jazmines,
sedosos y desflorados;
en las piernas, el deseo
mudo como reiterado.
Es la fruta prohibida,
prohibente humanidad,
que seguirá prohibiendo
en nombre de la moral.
Prohibirá que la muerdas
mas nadie podrá impedir
que la natura reviva
en savia para nutrir.
Y en enloquecido grito,
ya madure este placer,
hasta desbordarse en zumo,
y así poder renacer.
(Hace ya muchísimos años, por noviembre)
Guillermina Brasseur
lunes, 18 de enero de 2010
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