jueves, 19 de noviembre de 2009

Barlovento

Barlovento

Canto de agua, barca quieta:
deseo, viento y marea…
En grillos, ciudad dormida,
el cielo relampaguea.

A lomos de la corriente
van dos barcos de papel
así es que el viento los lleva
¿adónde se irán después?

Son juguetes, desatino,
aunque al azar los dirija,
el que en bitácora pone
de barlovento la vida.

Un efímero destino:
¿qué oráculo lo diría?
¿Carta de navegación
que de ellos hablaría?


Es un loco el que delira,
no profeta o navegante,
de una fugaz existencia
nocturna y alucinante.

Diciembre de 2006

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